Cada septiembre las ranas de los bosques de Alaska hacen algo que es realmente sorprendente, descienden su temperatura corporal hasta quedar completamente congeladas. Dos tercios de lo que es su agua corporal se convierte en hielo y quedan completamente inmóviles, tan así que, si recogiéramos un ejemplar en este estado y le dobláramos una pata, esta sencillamente se rompería, pero hay algo todavía más impactante y es que son capaces de sobrevivir en este estado por más de medio año.
Las ranas se congelan por meses
Se sabe que existen especies que se preparan para atravesar los crudos inviernos, muchas de estas especies se escabullen en madrigueras y se establecen en ellas para hibernar hasta que el calor surge de nuevo. Pero las ranas de madera de Alaska llevan este comportamiento a otro extremo; no sólo hibernan, sino que se criogenizan.
Dentro de sus pequeños cuerpos suceden mecanismos fisiológicos realmente fascinantes. Comenzando por la respuesta más extraordinaria que parece ir en contra totalmente de la vida y es que sus corazones simplemente dejan de palpitar. La consecuencia más inmediata es que la sangre ya no fluye por el resto de sus cuerpos y sus niveles de glucosa se disparan al máximo.
“A nivel de organismos, están esencialmente muertos”, dice Don Larson de la Universidad de Alaska, Fairbanks. “Las células individuales siguen funcionando, pero no tienen forma de comunicarse entre sí”.