Las autoridades de Alemania y Polonia se percataron de que las orillas del emblemático río Oder se encontraban llenas de miles de peces intoxicados.
El jefe de la autoridad nacional de aguas polacas, Przemyslaw Daca, dio a conocer que los servicios de limpieza habían sacado del río hasta 10 toneladas de cadáveres.
Mientras que ambos países están investigando tanto las causas como el responsable de esta catástrofe ecológica, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, comunicó que las aguas del río se encontraban contaminadas con desechos tóxicos. Asimismo comentó que probablemente este hecho fue provocado intencionalmente.
Sin embargo, científicos especulan que podría haber otros factores que podrían haber provocado esta muerte masiva de peces, tales como la ola de calor que arrasó hace unas semanas en el continente Europeo, o la terrible sequía a la que se está enfrentando la región.
Por su parte, activistas ambientales criticaron fuertemente al gobierno de Polonia por la manera en la que manejó la situación, puesto que los pescadores locales reportaron esta desgracia desde finales del mes de julio y fue hasta el jueves pasado que Varsovia decidió informarle oficialmente a Berlin sobre lo sucedido.
Ante esto, cerca de 20,000 personas firmaron una petición para despedir al director de la Agencia Nacional de Gestión del Agua, algo que Morawiecki terminó cumpliendo.