Ámsterdam.-Los agujeros negros emiten una radiación de tipo cuántico, la cual conocemos gracias a las teorías del ya fallecido científico Stephen Hawking. La única forma de conocer los efectos de dicha radiación sería acercándonos a un agujero negro, lo cual es imposible. Por ello, un grupo de expertos creó una simulación de agujero negro en un laboratorio para conocer los postulados de Hawking, conocidos como la Radición de Hawking.
La idea de crear agujeros negros en laboratorios no es algo nuevo. Ya en 1981, el físico de la Universidad de la Columbia Británica Bill Unruh propuso por primera vez la posibilidad de crear uno de ellos para conocer más acerca de sus misterios.
Los agujeros negros son tan densos que ni siquiera la luz puede escapar de su enorme poder gravitatorio cuando está lo suficientemente cerca de él. Esa distancia varía en función de la masa del agujero negro, que es lo que se conoce como horizonte de sucesos.
Los físicos de la Universidad de Amsterdam a cargo de Mertens crearon una especie de horizonte de sucesos que interfería con la naturaleza ondulatoria de los electrones. Esto produjo un aumento de la temperatura que coincidió con las expectativas teóricas de un sistema de agujeros negros equivalente. Fue así como lograron generar la Radiación de Hawking. El agujero negro del laboratorio brilló.
En lugar de usar sonido, los expertos encadenaron una serie de átomos formando una hilera completamente unidimensional. Después hicieron pasar una corriente de electrones por esa cadena y alteraron las propiedades de la cadena para examinar cómo afecta al movimiento de los electrones.
El experimento sirvió para confirmar que el entrelazamiento cuántico de los átomos juega un papel fundamental en la emisión de Radiación de Hawking. Lo anterior podría hermanar a dos ramas de la física reñidas entre sí: la Teoría General de la Relatividad y la física cuántica.
Con información de Muy interesante.