Los hechos ocurrieron dentro del departamento 301, ubicado en un complejo de edificios en la colonia Alfonso XIII en la CDMX. Un compañero fue hasta la unidad, pues la señora Paola llevaba varios días sin asistir al trabajo. Allí percibió un olor fétido y pidió el apoyo de la policía.
Los oficiales acudieron a abrir el departamento, ahí hallaron los cuerpos sin vida de Juan Carlos Gorostieta de 40 años y de Paola Georgina de 38 años junto a su hija Karla de 18 años de edad, quien se encontraba desorientada y se mecía abrazando al Pitbull. Les confesó haber asesinado a su madre y amenazó a la policía con su perro.
Finalmente, los oficiales lograron controlar al perro y someter a la joven. Dentro de la casa encontraron muertos a la madre y al tío, que padecía discapacidad. Ambos cuerpos mostraban señales de golpes y mordidas, (probablemente de perro).
Karla había pasado varios días con los cuerpos de su familia muertos en casa.
Algunos vecinos informaron a medios que la joven era obligada a cuidar de su tío.
Otros vecinos aseguraron que la joven era adicta a las drogas.
La joven de 18 años acudió varias veces al Ministerio Público, en ocasiones era porque su mamá identificada como Paola Georgina ‘N’ la acusaba de violencia familiar desde que tenía 12 años.
Karla fue arrestada por el presunto homicidio y puesta ante el ministerio público de la Fiscalía de Homicidios. Además, actualmente le realizan diversos estudios en el penal de Santa Martha Acatitla, pues las autoridades suponen que debería estar en un hospital psiquiátrico.