Las peras son una fruta de todo el año, pero las más ricas y con mejor consistencia, según su tipo (Bosc de color rojizo y consistencia crujiente; Barlett de la variedad cultivar suave y carnosa; Anjou en forma de huevo ideal para comerla cocida), son las que se dan en la temporada de otoño.
Más allá de ser una fruta rica y jugosa que acompaña la comida o sirve de postre, las peras son un fruto que por años se ha distinguido por ser curativa y beneficiosa para la salud general del cuerpo.
En la medicina oriental de hace siglos, esta fruta desempeñó un papel importante en el alivio de la inflamación, estreñimiento y resaca; tal reputación le sirvió para ser investigada científicamente y hoy en día ser certificada como una fruta beneficiosa.
Beneficios de comer peras
Son altamente nutritivas
Una pera de tamaño mediano, con un peso promedio de 178 gramos, aporta 101 calorías, 1 gramo de proteína, 6 g de fibra, 12% del valor diario (DV) de vitamina C, 6% del DV de vitamina K, 27 gramos de carbohidratos, el 4% del DV de potasio y 16% del DV de cobre.
Sus minerales ayudan al metabolismo del colesterol, mejoran la función nerviosa y previenen el daño oxidativo con sus polifenoles antioxidantes.
Promueven la salud intestinal
Debido a que son una rica fuente de fibra soluble e insoluble, las peras son un elemento básico para aliviar los síntomas del estreñimiento.
Las fibras solubles, además, alimentan las bacterias saludables del intestino, asociadas con un envejecimiento saludable.
Los expertos recomiendan comerla con todo y piel, debido a que tiene gran parte de la fibra necesaria.
Ayudan a perder peso
Su baja porción de calorías, su alta porción de fibra y agua favorece la pérdida de peso debido a que ofrecen una mayor sensación de satisfacción.
Un estudio de 10 semanas encontró que las mujeres participantes que comieron tres peras por día diariamente perdieron un promedio de 0.84 kg.