Estados Unidos aplicó un nuevo arancel del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, sin excepciones ni exenciones, según anunció el presidente Donald Trump. La medida busca fortalecer la industria nacional estadounidense, pero ha generado preocupación en sus principales socios comerciales, incluido México.
Ante esta decisión, la presidenta de México presentó una gráfica que muestra el flujo comercial entre ambas naciones y declaró: «En el caso del acero y el aluminio, Estados Unidos vende más a México de lo que nosotros le vendemos». Su declaración pone en perspectiva la posible afectación para la economía mexicana y la relación comercial con el vecino del norte.
El anuncio de Trump se suma a una serie de medidas proteccionistas que han caracterizado su administración, mientras que México analiza posibles respuestas para mitigar el impacto en el sector industrial del país.