Glendale, EE.UU.– Apenas once días después del asesinato del activista ultraconservador Charlie Kirk, miles de personas se congregaron en el Estadio State Farm de Glendale para rendirle homenaje en una ceremonia que combinó duelo, política y religión.
El evento reunió a más de 73 mil asistentes y contó con la presencia del presidente Donald Trump, quien calificó a Kirk como un “héroe nacional” y un “mártir moderno de la causa conservadora”. El mandatario afirmó que el atentado “fue contra todos los estadounidenses” y anunció que concederá de manera póstuma a Kirk la Medalla Presidencial de la Libertad, el máximo reconocimiento civil en Estados Unidos.

En un momento de gran emotividad, Erika Kirk, viuda del activista y actual directora ejecutiva de Turning Point, tomó la palabra vestida de blanco y entre lágrimas aseguró que perdonaba al joven de 22 años acusado del crimen. “Lo perdono porque fue lo que hizo Cristo y es lo que Charlie haría”, expresó.
El homenaje, que se extendió por más de cinco horas, incluyó la intervención del vicepresidente JD Vance, quien destacó que el triunfo electoral de Trump y el suyo estaban ligados al legado del activista. “Gracias a él estamos aquí”, sostuvo.
Por su parte, Stephen Miller, subjefe de Gabinete de la Casa Blanca, señaló que el asesinato fue parte de una ofensiva contra el movimiento conservador. Los discursos de la jornada subrayaron la consolidación del vínculo entre el conservadurismo cristiano y el trumpismo, con Trump asegurando que su misión no solo es devolver la grandeza a EE.UU., sino también “traer de vuelta a Dios al país”.
📲 Recibe las noticias al momento en tu WhatsApp: Únete a nuestro canal 👉 https://whatsapp.com/channel/0029VaBXQ9P59PwJQ4uLIv2H
Con información de EFE