La situación de salud en Acapulco ha alcanzado niveles críticos, generando alarma entre la población y especialistas debido a la falta de atención médica, la presencia de toneladas de basura en las calles y el riesgo inminente de brotes de enfermedades como el dengue y la diarrea.
La carencia de agua potable y la exposición de grandes cantidades de basura en las calles de Acapulco han creado un ambiente propicio para el aumento de casos de dengue y enfermedades gastrointestinales. Expertos señalan que la falta de suministro de agua y la presencia de toneladas de desechos en las vías públicas son factores determinantes para la propagación de estas enfermedades.
La preocupación se intensifica ante la difícil situación de los hospitales y clínicas del municipio. Muchas de estas instituciones sufrieron daños durante el paso del huracán Otis, dejándolas inoperables o con servicios médicos limitados. Además, la falta de personal médico suficiente y los fallos en los sistemas eléctricos, derivados de la carencia de energía eléctrica, han afectado significativamente la capacidad de respuesta de estos centros de salud.
Especialistas destacan que la infraestructura médica, ya debilitada por los estragos del huracán, se encuentra en una situación crítica. Los problemas de suministro de agua y electricidad han generado fuertes afectaciones en la prestación de servicios médicos esenciales, poniendo en riesgo la salud de la población.
La acumulación de basura en la ciudad, deslizamientos de tierra e inundaciones causadas por el desbordamiento de ríos agravan aún más la situación, creando condiciones ambientales propicias para la propagación de enfermedades infecciosas. Especialistas advierten sobre la necesidad urgente de abordar estos problemas y tomar medidas preventivas para evitar un aumento descontrolado de casos de enfermedades relacionadas con estas condiciones.
Los habitantes, por su parte, señalan la urgencia de recibir atención médica adecuada, así como la necesidad de intervenciones urgentes para resolver la crisis sanitaria que enfrenta la ciudad. La colaboración entre autoridades locales, organismos de salud y la comunidad se vuelve crucial para superar esta difícil situación y restablecer la salud y el bienestar de Acapulco.