La cerveza es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo y la ciencia ha comprobado sus beneficios relajantes. Pero ahora el impacto que provoca en la salud podría ir más allá.
Investigaciones publicadas en la ACS Chemical Neuroscience hallaron que el ingrediente lúpulo, que le da el sabor amargo a la cerveza, podría actuar contra el Alzheimer.
Se descubrió que las sustancias químicas extraídas de la planta de lúpulo pueden, en placas de laboratorio, inhibir la formación de grumos de proteínas beta amiloides, que está asociada con la enfermedad de Alzheimer.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa debilitante, a menudo caracterizada por pérdida de memoria y cambios de personalidad en adultos mayores. Parte de la dificultad en el tratamiento de la enfermedad es que los síntomas aparecen mucho tiempo después de que inician los procesos bioquímicos degenerativos.
“Esto significa que el daño irreversible al sistema nervioso ocurre antes de que uno se dé cuenta de que puede tener la enfermedad. En consecuencia, las estrategias preventivas y terapéuticas que pueden intervenir antes de que aparezcan los síntomas son de creciente interés”, dicen los científicos.
El estudio, publicado en American Chemical Society, dice que una de las estrategias preventivas involucra “nutracéuticos” y las flores de lúpulo utilizadas para dar sabor a las cervezas entran en esta categoría.
El lúpulo más eficaz fue el Tenttnang, usado en cervezas lager y cervezas ligeras. Señalan que cuando ese extracto se separó en fracciones, el que contenía un alto nivel de polifenoles mostró la actividad antibiótica e inhibidora de la agregación más potente. También promovió procesos que permiten que el cuerpo elimine proteínas neurotóxicas mal plegadas.
Los científicos aún están realizando más investigaciones y dejan claro que éste no es un llamado a consumir cerveza en exceso.