Japón ha anunciado planes para expandir su lista de especies de ballenas permitidas para la caza comercial, con la posible inclusión de la ballena de aleta, conocida como el segundo animal más grande del mundo después de la ballena azul. Esta medida ha generado preocupación a nivel internacional y ha avivado el debate sobre la caza de cetáceos.
La ballena de aleta, también llamada ballena jorobada, ha sido objeto de una prohibición internacional de caza desde la década de 1960 debido a su estado de conservación vulnerable. Sin embargo, Japón ha expresado su interés en agregar esta especie a su lista de caza comercial, lo que ha desatado críticas de grupos conservacionistas y países que abogan por la protección de la vida marina.
La decisión de Japón se produce en medio de un escrutinio internacional renovado sobre la caza de ballenas, especialmente después de que el país se retirara de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en 2019. Desde entonces, ha reanudado la caza comercial de ballenas en aguas japonesas, lo que ha sido objeto de críticas por parte de la comunidad internacional.
La posible inclusión de la ballena de aleta en la lista de especies permitidas para la caza comercial ha generado preocupación entre los defensores de los derechos de los animales y la conservación marina. Se teme que esto pueda tener un impacto negativo en las poblaciones de ballenas de aleta, que ya están bajo presión debido a la caza ilegal y otros factores ambientales.
La medida también ha suscitado llamados a la acción por parte de diversos grupos y activistas ambientales, que instan a Japón a reconsiderar su posición y a comprometerse con la conservación de la vida marina en lugar de impulsar la caza comercial.
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