La reactivación de los aranceles comerciales impulsados por el presidente Donald Trump ha provocado un impacto económico significativo, generando pérdidas superiores a los 34 mil millones de dólares para empresas globales, según un análisis de Reuters basado en reportes corporativos y documentos regulatorios.
El reciente fallo de un tribunal federal de apelaciones en Estados Unidos ordenó restablecer temporalmente estas tarifas, sumiendo nuevamente a la economía global en un entorno de incertidumbre. Compañías como Apple, Walmart, Mercedes-Benz y Sony se encuentran entre las más afectadas, al haber reducido o eliminado sus proyecciones financieras debido a los efectos adversos de estas medidas.
De acuerdo con el informe, 33 mil millones del impacto total provienen de 32 firmas del S&P 500, tres del índice europeo Stoxx 600 y 21 del Nikkei 225 japonés. En total, al menos 42 empresas recortaron sus guías de ganancias y otras 16 suspendieron por completo sus previsiones, debido a la dificultad para anticipar los efectos concretos de las políticas comerciales.
“El impacto real podría ser incluso mayor. Los efectos indirectos, como la caída del consumo o el aumento de las expectativas inflacionarias, son mucho más dañinos de lo que se cree”, advirtió Jeffrey Sonnenfeld, profesor de la Escuela de Administración de Yale.
Durante las últimas conferencias de resultados corporativos, el 72% de las empresas del S&P 500 mencionaron los aranceles como un factor clave, frente al 30% del trimestre anterior. Esta preocupación también se replicó en Europa y Japón, donde aumentaron notablemente las referencias al tema.
Los sectores más perjudicados incluyen automotrices, aerolíneas y bienes de consumo importados, todos altamente dependientes de cadenas de suministro globales. En opinión de Rich Bernstein, CEO de Richard Bernstein Advisors, “las empresas no tienen visibilidad sobre el futuro. En este escenario, lo más seguro es no dar ninguna previsión”.
Aunque Trump ha defendido los aranceles como una herramienta para reducir el déficit comercial y traer empleos de vuelta a Estados Unidos, economistas señalan que estas metas son difíciles de alcanzar debido a la complejidad de la producción global y los altos costos del trabajo local.
El regreso de estas tarifas también podría significar precios más altos para los consumidores, menor demanda y nuevas presiones inflacionarias, profundizando los desafíos para la planificación empresarial a nivel global.
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