En una decisión inusual, el Papa Francisco optó por celebrar la audiencia general en la plaza de San Pedro en lugar del interior del aula Pablo VI. Además, sorprendió a los presentes al delegar la lectura de la catequesis a un colaborador, alegando que sigue experimentando síntomas de resfriado.
La ceremonia, que suele llevarse a cabo en el aula Pablo VI, se trasladó a la emblemática plaza de San Pedro, donde cientos de fieles se congregaron para escuchar las palabras del Papa. Este cambio repentino en la ubicación se atribuyó a la precaución del líder de la Iglesia Católica para evitar la propagación de enfermedades en el actual contexto de salud global.
El Papa Francisco, visiblemente afectado por síntomas de resfriado, expresó su preocupación por la salud de los asistentes y optó por no leer la catequesis él mismo. En su lugar, designó a un colaborador para llevar a cabo esta parte fundamental de la audiencia general.
Este incidente ha generado inquietud entre los fieles, ya que es poco común que el Papa Francisco modifique la ubicación y delegue la lectura de la catequesis. La Oficina de Prensa del Vaticano no ha proporcionado más detalles sobre la condición de salud del Papa y ha indicado que se seguirán las recomendaciones médicas para su pronta recuperación.
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