Corea del Norte está estrechando vínculos con países ideológicamente afines y reforzando alianzas más allá de sus históricos socios Rusia y China. Entre estos nuevos acercamientos destaca su renovada relación con Irán, con quien comparte una postura de oposición firme hacia Estados Unidos y una estrategia común de resistencia ante las sanciones internacionales.
De acuerdo con Kim Sung Kyung, profesora de estudios norcoreanos en la Universidad de Seúl, Pyongyang ve en esta alianza una oportunidad para vender armas y tecnología militar a Irán, o incluso recibir apoyo económico a cambio, debido a las limitaciones comerciales impuestas por sanciones a ambos países.
A finales de abril, una delegación norcoreana de expertos económicos y comerciales visitó Teherán, marcando la primera misión de este tipo desde 2019. Aunque no se revelaron detalles oficiales, analistas sugieren que las conversaciones podrían haberse centrado en temas de tecnología militar.
Por su parte, Irán negó que se discutiera cooperación en materia nuclear. El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanaani, criticó a los medios por especulaciones en ese sentido.
Alianzas estratégicas y similitudes ideológicas
Según el profesor Daniel Pinkston, especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad de Troy, Teherán y Pyongyang mantienen una relación “paradójica”, al ser uno un régimen islámico teocrático y el otro un sistema comunista autoritario. Sin embargo, ambos coinciden en su discurso contra Estados Unidos, al que denominan “el gran Satán” o símbolo del “imperialismo occidental”.
Intercambio de secretos y cooperación tecnológica
Históricamente, Corea del Norte ha compartido tecnología nuclear con Irán, lo que ha generado preocupación en Occidente e Israel. Según Pinkston, Pyongyang podría ahora ofrecer datos sobre sus pruebas nucleares, prácticas de su programa espacial y detalles de sus satélites de fabricación nacional.
Además, se considera altamente probable que la tecnología de drones sea un punto clave en las conversaciones bilaterales. Ambos gobiernos buscan desarrollar capacidades defensivas avanzadas y autónomas en medio de un entorno internacional cada vez más polarizado.
