Este martes 22 de julio, el mundo de la música amaneció con una noticia que estremeció a millones de fanáticos: Ozzy Osbourne, icono del heavy metal y vocalista original de Black Sabbath, falleció a los 76 años de edad.
“Estaba con su familia, rodeado de mucho cariño. Pedimos a todos que respeten la privacidad de nuestra familia en estos momentos”, expresó el comunicado oficial difundido por sus seres cercanos.
Desde hace años, Osbourne enfrentaba serios problemas de salud. Fue diagnosticado con Parkinson tipo 2 en 2019, enfermedad neurodegenerativa que afecta el sistema motor. Además, padecía enfisema pulmonar y arrastraba secuelas de una caída sufrida en 2019, derivadas de un accidente en cuatrimoto ocurrido en 2003. En 2022, su salud se vio aún más debilitada tras contraer Covid-19.
El «Príncipe de las Tinieblas»: John Michael Osbourne, nacido el 3 de diciembre de 1948 en Birmingham, revolucionó la música desde que fundó Black Sabbath en 1968 junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. La banda marcó un antes y un después en la historia del rock con álbumes como Paranoid y Master of Reality, considerados pilares del heavy metal.
Tras su salida del grupo en 1979 por problemas con el abuso de sustancias, Ozzy emprendió una exitosa carrera solista. Discos como Blizzard of Ozz (1980) y No More Tears (1991) consolidaron su legado, con himnos inmortales como “Crazy Train” y “Mama, I’m Coming Home”.
Más allá de la música, su estilo extravagante, su carisma escénico —incluyendo momentos como morder la cabeza de un murciélago en un concierto— y su participación en el reality The Osbournes (2002-2005) lo convirtieron en un fenómeno cultural.
Una despedida final, pero no silenciosa: Ozzy ofreció su último concierto el pasado 5 de julio de 2025 en su ciudad natal, Birmingham. Fue una noche emotiva, llena de nostalgia y gratitud hacia el hombre que, con su voz y rebeldía, inspiró generaciones enteras.
Hoy el mundo del rock pierde a una de sus almas más salvajes y sinceras. La oscuridad, esa que tantas veces enfrentó desde el escenario, lo ha envuelto una vez más. Pero como él mismo nos enseñó: incluso en la noche más oscura… puede haber luz.
Ozzy Osbourne no solo deja un legado musical. Deja una voz que gritó por los marginados, una presencia que hizo del caos un arte, y una historia que vivirá para siempre en el corazón de quienes encontraron en su música un refugio.
Descansa en paz, leyenda. Tu última nota ha sonado, pero tu leyenda apenas comienza.
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