El incendio forestal que afecta al Bosque Nacional de Santa Fe ha sido contenido en un 36 %, según el último informe emitido por el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS). Aunque el fuego continúa activo, los esfuerzos coordinados de las brigadas en tierra y por aire han logrado estabilizar parte del perímetro del siniestro.
De acuerdo con las autoridades, el foco actual de las operaciones se concentra en el sector este del área afectada, con los equipos avanzando hacia el oeste, específicamente hasta la carretera forestal FR 169. Las cuadrillas están trabajando intensamente en la construcción de líneas de control, un proceso que implica cortar vegetación en terrenos irregulares, justo delante del frente activo del fuego.
Como parte de estas labores, se están utilizando técnicas de ignición tanto manuales como aéreas, cuyo objetivo es quemar de manera controlada la vegetación entre las líneas de control y el incendio. Esto permite disminuir la intensidad del fuego de forma estratégica y, al mismo tiempo, reducir la exposición del personal en zonas de difícil acceso.
Las líneas de contención están siendo reforzadas con carreteras existentes y barreras naturales que permiten un mayor control sobre la propagación del fuego. Por el momento, el comportamiento del incendio se mantiene de baja intensidad, con quemas aisladas y algunas concentraciones de llamas, según detalló el Servicio Forestal.
El combustible que continúa alimentando el fuego incluye madera muerta de gran tamaño y coníferas secas, muchas de ellas afectadas previamente por la polilla de la maleza, un insecto que debilita la vegetación y la hace más propensa a incendiarse.