San Francisco de Conchos, Chih.- Cerca de 50 productores agrícolas instalaron un campamento a la entrada de la presa La Boquilla con el objetivo de evitar que personal de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) abra las compuertas para liberar agua hacia el Río Bravo, en cumplimiento del tratado de 1944 con Estados Unidos.
Los productores han manifestado su preocupación por la crítica situación de la presa, la cual se encuentra apenas al 15% de su capacidad de almacenamiento. Argumentan que este nivel es insuficiente para cubrir las necesidades del campo local y, al mismo tiempo, permitir el trasvase de agua.
Además, advirtieron que extraer más agua podría comprometer la estabilidad estructural de la presa, aumentando el riesgo para la infraestructura hidráulica y para las comunidades que dependen de este recurso.
En el lugar, los manifestantes han encendido fogatas e instalado casas de campaña y mantas con mensajes dirigidos a las autoridades federales, exigiendo que se descarte cualquier intento de apertura de compuertas. «No podemos permitir que nos quiten el agua cuando la presa está en niveles tan bajos. Esto podría dejarnos sin recursos para el riego y poner en riesgo la infraestructura», señalaron.
La situación se desarrolla en un contexto de sequía prolongada en la región, lo que ha reducido de manera significativa los niveles de almacenamiento en las presas del estado. La Boquilla, la más grande de Chihuahua, ha registrado descensos críticos en los últimos meses, lo que mantiene en alerta a las comunidades agrícolas.
Hasta el momento, se espera que las autoridades federales emitan una postura oficial para aclarar la situación y, de ser necesario, entablar un diálogo con los productores que permanecen en resistencia a las afueras de la presa. Mientras tanto, la vigilancia y el campamento continúan como medida preventiva para proteger el recurso hídrico.
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